Seis días antes de su muerte, Toledo rinde un multitudinario homenaje a Jacinto Guerrero, el 9 de septiembre de 1951, que incluye el saque de honor en un partido de fútbol, una misa, la dedicatoria de una calle y un banquete. Por la tarde, la Orquesta Sinfónica de Madrid actuó en el Teatro de Rojas bajo su dirección interpretando obras sinfónicas y colaborando en la representación de El huésped del Sevillano.
El lunes, 5 de mayo de 1924, Ajofrín dedica un homenaje popular a Guerrero. Tras la recepción en el ayuntamiento, se coloca una placa en su casa natal, se organiza un banquete en el salón del Casino de Artistas y se visita a la patrona, la Virgen de Gracia, a la que se canta una salve. Julián Sánchez Prieto, el “poeta pastor”’, le dedica poemas. Asisten representantes de los pueblos vecinos. Tras visitar los colegios de Ajofrín, Guerrero entregó veinte cartillas de ahorro con cincuenta pesetas cada una que se sortearon entre los niños.
Seis días antes de su muerte, Toledo rinde un multitudinario homenaje a Guerrero que incluye el saque de honor en un partido de fútbol, una misa, la dedicatoria de una calle y un banquete. Por la tarde la Orquesta Sinfónica de Madrid actuó en el Teatro de Rojas bajo su dirección interpretando obras sinfónicas y colaborando en la representación de El huésped del Sevillano, zarzuela con texto de Enrique Reoyo y Juan Ignacio Luca de Tena, estrenada en el Teatro Apolo de Madrid el 3 de diciembre de 1926.
Entre los espectadores se distingue al escritor Pedro Muñoz Seca, con quien colaboró en diversas obras y proyectos cinematográficos en las décadas de los veinte y treinta.
Guerrero en el restaurante Venta de Aires, el 29 de diciembre de 1944, coincidiendo con las representaciones de Tiene razón don Sebastián en el Teatro de Rojas
Los éxitos sobre el escenario se celebran de inmediato con algún banquete en honor de los autores. Guerrero recibió innumerables a lo largo de su vida, de manera que entre los asistentes es fácil descubrir a escritores, cantantes, actores y compositores.
Gran aficionado a los toros, en ambas fotografías se le ve con el torero Marcial Lalanda de quien dijo haber llegado a ser mozo de espadas en una corrida en Calahorra, hacia 1938. En su catálogo se encuentran varios pasodobles como La alternativa de Dominguín (hacia 1920), Manolito Bienvenida (1929), La muerte de Manolete (1947) y Belmonteño (1950).
Guerrero fue elegido concejal delegado de la banda municipal de Madrid el 22 de marzo de 1946. Aunque su permanencia en el cargo fue breve, pues poco después pasó a ser presidente de la Sociedad de Autores, tuvo ocasión de reorganizar su programación